domingo, 9 de octubre de 2016

En pedazos

Mi mamá tiene una amiga de toda la vida, yo le digo tía. Tiene un hijo que es drogadicto, lleva mucho tiempo metido, así mal. El otro día, para comprarse droga, le robó no sé qué cosa a un trailero, y el trailero llamó a no sé quién, y resultó que lo fueron a buscar. Lo fueron a buscar a la casa de mi tía. Él se escondió, mi tía les abrió y los narcos le dijeron que si el puto hijo de la chingada de su puta madre no se iba con ellos, los iban a matar a todos en la casa. Se lo llevaron. Mi tía se desesperó y llamó a mi mamá a Sacramento y le contó. Al otro día, la llamaron del hospital y tus ojos me llenan: estaba vivo. Lo encontraron en un cerro. Sin piernas. Tan sólo dos torniquetes a modo de escafalandria, para que siguiera vivo. Lo podrían haber desaparecido, pero no. Volvió en pedazos.

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