domingo, 25 de diciembre de 2016

Cualquier día

Una puntada me camina la cabeza, desde atrás hacia adelante, intensamente en la coronilla. Tengo el sahasrara pal pico. Me levanto de la cama. “La caña va y viene”, repito mientras abro el refri en busca de la salvación: un jugo de plátano y maca, casi congelao en el fondo de la juguera. Azúcar. Nutrientes. Al seco. Los dedos de los pies ya no me sostienen, el flujo de mi sangre pierde intensidad. Poco a poco me desintegro en el sudor frío, la saliva infecta y salgo corriendo. Arcada uno. Vómito me llena la boca, logro mantenerla cerrada hasta llegar a la taza del baño. Arcada dos. Ácido me sale por la nariz y por la boca, amarillo turbio, unos frijoles chapoteando indigeribles. Arcada tres. Multiplicación del vómito, que ahora es un chorro rojo, ángel de la anunciación del cáncer, el cardias pinchándome el cuello y crujo de más vómito, revoltijo de tortilla con frijoles refritos y ahuacate de anoche, todo líquido en modalidad acidez, dentro del caldo sempiternamente fecal con una pizca de cifcloro de la taza del baño. Me dan ganas de cagar, me siento y hago aguachento y bien podrío, ya casi tengo una sopa Spiniak. Tiro la cadena. Le paso cloro a la taza a mano pelá. Beirbac manal.

domingo, 18 de diciembre de 2016

domingo, 11 de diciembre de 2016

Nostalgia de domingo


Soplo de nada en el pecho, una esfera desplaza al corazón y los pulmones y se instala allí, justo en el medio de algo que no está bien, no sé qué es, una silueta borrosa, muy lejos de lo que ya pasó demasiado tarde y todavía no me entero, y la siento en el mismo lugar, ver películas, comer, bañarse con agua fría y salir al parque no sirve, el soplo de nada resiste, espera, coqueta. No es lo que tengo qué hacer pa mañana, es la interzona de lo que nunca podré hacer hoy, porque no hay nada qué hacer, solo el soplo, la nada, el vacío que se ensancha con cada respiración, hay que salir corriendo no más, llegar al borde y no caerse, volver a la casa sudado con las piernas más gruesas, la respiración entre-cortada, derrotado y lloroso. Nostalgia de domingo.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Por poco

Con la Coatlicue fuimos a ver unas performances a la fiesta de la Guadaña, en Emilio Vaisse. Íbamos cargades con dos turros de flyers cada une, así que tomamos un taxi que nos dejó mucho antes, en Diagonal Paraguay. De repente apareció la Gloria, iba pal mismo lao y nos apañó a tomar un segundo taxi. Hacía calor y no pasaba ninguno. En cambio pasó una mujer en bici, desnuda desde la cintura pa arriba, y en vez de teta izquierda un tajo abierto por donde se asomaba un relleno de algodón falso, rojo infectado sin cuajas de piel que lo taparan. La otra teta colgando, y una tecera teta en la espalda, la cara grasienta de intemperie y sudor añoso, dos ues invertidas de ojos sufrientes, el pelo largo, medio teñido rojo y hecho un moño a lo chimultrufia. “Por poco y no quedo viva”, repetía mientras su pedaleo lento la alejaba de nosotres.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Plástico-payaso

Suena el teléfono plástico-payaso abandonado a la mitad de Recoleta. No tiene cables, pero suena igual. Con la Coatlicue nos miramos. Yo contesto. Es la Mey, pero habla en español, no en inglés, y me dice: chepe el pique culiae!

domingo, 13 de noviembre de 2016

Sabe

Todo buen volao sabe cuándo comerse un chocolate.
Todo buen curao sabe cuándo tomarse un vaso de agua
y un paracetamol.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Espalda-culo

Espalda envuelta en lana sureña composición de blanco y negro, escápulas tan bien puestas me hacen intuir su pecho abierto, es que no pueden sino ser signo de una espalda trabajada o genéticamente fibrosa, juvenil, que me trasvasija hacia los pectorales, hacia las tetillas, erectas de arena rosácea, hacia su ombligo salpicado de pelitos. Y entonces me absorbe la línea de sus labios carnurientos y me pone en camino hacia su pómulo triangulando su rostro, voy por ella como sobre un tren de luni tuns y llego hasta la punta de la nariz, apenas perfilada desde mi postura, tres cuartos poto abajo y conchatumadre la hueá sobresaliente, llins terrible de apretados sobre un culo comprimido a punto de salirse chorreado hacia mi pico, paté humano en línea recta diagonal con mi ojo, su pelo ex mohicano crecido y disparejo le hace aún más tineyer, y entonces un vidrio circular aparece en la periferia de su ojo, muy piola, casi no puedo saber si es ilusión o realmente me está mirando, y es café intenso con un gran foco en el centro, un foco de luz espectral que me regresa al tren, prefiero dejar de ser tan care’ raja y giro mi cuello levemente para quedar frente al vacío, y el vidrio vuelve al centro del ojo, pura histeria, y me fijo en su nuca musculosa, espina dorsal recta hacia arriba y hacia abajo, kundalini salgo volando, y mi propio prana me recorre tibiecito torso abajo, se me empieza a parar y él lo sabe, y no puedo dejar de mirar su espalda de mármol, sus labiosos, la línea indígena de su pómulo, su culo esférico, y una oleada de calor se disemina bajo mi ombligo, invade mi pico, que se alarga y se curva inexorablemente, lo imagino en cuatro los culos de mi vida, y se gira hacia mí, mostrándome su perfil cubano, nariz recta respingada ojos de almendra cejas gruesas y voy a culiarte, sin condón, obvio, y entonces te subes a la estampida del metro Baquedano, combinación Los Dominicos, y los ríos de personas nos separan, no alcanzo a subir y me quedo en el andén, detrás de muchos culos impersonales.

martes, 1 de noviembre de 2016

Oración para conseguir financiamiento

Obvio que tuve que inventar la palabra poh, después de la cláusula mojigata, con aliento dictatorial: no poder hablar mal de nadie. Qué es esa hueá, ¿general Bachelet? Estoy bien con la derecha y con la izquierda (sobre todo con la derecha), con dios y con el diablo, con el rojo y con el azul, me lo meten por delante y por detrás. Amén.

domingo, 23 de octubre de 2016

Mi mamamáma

A mi mamamáma la cosieron en el Hospital Público de Valparaíso después de que la enfermera Hersch la masacrara. Gigantona reculiá, menos mal que mi vieja la acusó en los comentarios de la página web del Hospital, y ahí quedó la cagá. El comentario viralizándose, la prensa informando a todo el país, la enfermera despedida con sumario y la Directora del Hospital pidiendo disculpas públicas a mi mamamáma por la tele, y ella recibiéndola en su casa de Ciudad mini, altiva desde su pequeñez, tirá en la cama, la guata al aire, la piel abierta donde debiera estar su ombligo y con trazos completos de intestino delgado asomados y formando un nudo de varios centímetros, guiñapos de carne rosácea, blanca y rojinegra amarrados entre ellos y asegurados con un alambre de púas delgado, con dientes finísimos de tripo que atraviesan el amasijo carnuriento dando vueltas una y otra vez, el alambre transgrediendo la carne tironeada fuera de la guata de mi mamamáma e iniciando la creación del vacío absoluto: la esfera tripal.

domingo, 16 de octubre de 2016

Trescientos años

En el cajero automático de Merced con Miraflores, hay una señora de cien años. Se demora cien años en sacar plata, y otros cien más en activar la puerta de salida con el dorso de su mano. Total: trescientos años.

domingo, 9 de octubre de 2016

En pedazos

Mi mamá tiene una amiga de toda la vida, yo le digo tía. Tiene un hijo que es drogadicto, lleva mucho tiempo metido, así mal. El otro día, para comprarse droga, le robó no sé qué cosa a un trailero, y el trailero llamó a no sé quién, y resultó que lo fueron a buscar. Lo fueron a buscar a la casa de mi tía. Él se escondió, mi tía les abrió y los narcos le dijeron que si el puto hijo de la chingada de su puta madre no se iba con ellos, los iban a matar a todos en la casa. Se lo llevaron. Mi tía se desesperó y llamó a mi mamá a Sacramento y le contó. Al otro día, la llamaron del hospital y tus ojos me llenan: estaba vivo. Lo encontraron en un cerro. Sin piernas. Tan sólo dos torniquetes a modo de escafalandria, para que siguiera vivo. Lo podrían haber desaparecido, pero no. Volvió en pedazos.

domingo, 2 de octubre de 2016

Suicidio escolar


Culéame,
me dijo el niño de diez años,
bien jotillo,
picoteando, voz en pájaro,
mirada filuda,
lengüetazo en el pelo.

Culéame,
me dijo el jaig clas tineyer
mirada hambrienta,
en cuatro poniendo el culo
de mentira sí poh,
de verdad también poh,
al aire, embadurnado de la misma grasa,
que brilla su frente
y clava sus cachetes.

Culéame,
me dijo la mujer más histérica del mundo,
pelo corto, barba rala,
culo pelúo,
voz sin trueno,
revolcándose en el barro de su propia histeria,
atravesada de histeria,
comiéndose su propia histeria,
y luego vomitando,
engulléndose a sí misma
de histeria,
junto con su nombre: JEN-RY.


https://soundcloud.com/gonzalo-asalazar/suicidio-escolarmp3